Aunque el volumen total de credenciales derramadas ha disminuido, el que está creciendo considerablemente es el tamaño de los incidentes de tamaño mediano, puesto que en 2020 se vieron afectados 2 millones de registros en cada uno.

Este tipo de ataque tiene un impacto a largo plazo sobre la seguridad de las aplicaciones, por lo cual no es raro que en el periodo estudiado haya superado a los ataques HTTP”.

Los derrames de credenciales son como un vertido de petróleo, una vez que se producen, son muy difíciles de limpiar, porque los usuarios no cambian sus datos y contraseñas y las empresas todavía no han adoptado de manera masiva soluciones que impidan el relleno de credenciales.

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